lunes, 8 de agosto de 2016

Macri en promesas

A casi 8 meses del cambio de gobierno, el presidente electo cumplió con algunas de sus promesas, con otras aún no. A continuación haremos un breve repaso.

La primera de las promesas fue conocida como el “levantamiento del cepo”. Macri en campaña afirmaba que terminaría con el cepo, para que pueda retornar el crecimiento y la inversión. Sin embargo, lo que el 17 de diciembre de 2015 se anunció como levantamiento del cepo cambiario, fue en realidad una devaluación, que dio como resultado un golpe al salario y al mercado interno. La finalización de las restricciones (comerciales, cambiarias, financieras) no se tradujo en un “boom” de inversiones, todo lo contrario.

Cuando Macri decidió devaluar, automáticamente cumplía con otras de sus promesas, favorecer al campo. De hecho, el Presidente suele afirmar que las políticas implementadas desde el 10 de diciembre “han favorecido al campo”. Esto no es del todo cierto si nos fijamos en, por citar un ejemplo, el sector lácteo, cuyos problemas se intensificaron por las medidas (tomadas por el mismo Macri) de eliminación de los derechos a las exportaciones al maíz y el aumento del gasoil. Así lo demuestra un estudio del Centro para el Desarrollo Económico: “(…) el productor podía comprar en mayo de 2015 con 303 litros de leche (a 36 centavos de dólar el litro) una tonelada de maíz. Un año más tarde, necesitaba 877 litros (a 22 centavos de dólar) para comprar la tonelada de maíz. En otras palabras, los productores debían entregar un 190% más de leche para comprar este insumo clave. El precio del maíz subió de 109 a 193 dólares la tonelada en el período analizado”.

La misma suerte corren los productores avícolas y porcinos, a lo que se suma una caída de las exportaciones en los primeros cinco meses del año, según Infocampo cayeron un 25,65%. Queda demostrado que las aperturas económicas no favorecen a todos los productores.

Respecto a las PyMEs el presidente prometió “dejar de asfixiar” al sector PyMEs con impuestos. De hecho, Macri se anuncia como “el salvador” de un sector sumamente perjudicado por el gobierno anterior. En palabras del mismísimo “esta gran fuerza de trabajo que empuja al país también viene de un momento difícil, durante el cual se las agobió con impuestos excesivos y trabas que les impedían ampliar su producción”. Más allá de estas declaraciones, el sector de las pequeñas y medianas empresas, acumula una caída del 24,5% en el primer cuatrimestre según un relevamiento realizado sobre un universo de 213 empresas. Los sectores más perjudicados son electrónica, textil, metalurgia y tintas gráficas, con mermas de producción del 30%. (Fuente: CGERA)

Para el Secretario de la Central de Entidades Empresarias Nacionales (CEEN) y empresario de la industria textil Raúl Hutin “el principal problema es la pérdida de mercado interno, es muy difícil competir con enclaves donde la mano de obra es prácticamente esclava como el sudeste asiático”. Este escenario se configuró a partir de las medidas que impulsó el nuevo gobierno nacional. Medidas como el tarifazo y la apertura de las importaciones terminan por perjudicar al sector. Para Raúl Hutin estas medidas tienen la “intencionalidad de terminar con la industria Pyme”. Para el presidente de APYME, Eduardo Fernández, “no comprender que los subsidios han servido durante tantos años como una ventaja comparativa es no entender al sector productivo y menos aún a las PYMEs”.

Otra promesa fue lanzar un millón de préstamos hipotecarios, en esto, incluso, fue más allá y dijo que el mismo 10 de diciembre se tomaría la medida porque era algo urgente. Se trata de una promesa sumamente atractiva, lanzada en el contexto exitoso del “Procrear”, programa que fue lanzado en 2012 por CFK, que llegó a entregar cerca de 170.000 préstamos hasta diciembre de 2015. Pero veamos qué sucedió en esta área a casi 8 meses de la asunción de Macri. De acuerdo con el informe del Centro para el Desarrollo Económico: “el crédito al sector privado cayó un 10,2% en términos reales en los primeros cinco meses del 2016. La caída es general en todos los rubros, pero es muy fuerte en el caso de los préstamos hipotecarios (-21,4 %)”.

En materia de viviendas, el gobierno de Mauricio Macri lanzó un nuevo “Procrear”. Se conservó el nombre pero cambiaron ciertos términos. Según lo explica Raúl Dellatorre: “1) el crédito deberá ser aplicado a la compra de una vivienda familiar nueva o usada por un valor de hasta 1,5 millones de pesos (antes podía ser utilizado para la construcción sobre terreno propio, para compra de terreno más construcción o para ampliación, refacción y terminación de vivienda). La medida puede impulsar un mayor movimiento en el mercado inmobiliario, pero tendrá menor impacto en el sector de la construcción; 2) La población objetivo del rediseñado programa Procrear serán los sectores medios-medios bajos (con ingresos brutos mensuales entre dos y cuatro salarios mínimos, a valores de hoy: entre 13.620 y 27.240 pesos). Aquellos que no se encuentren dentro de esa franja de ingresos quedan excluidos del programa (…) La tasa de interés del Procrear anterior estaba subsidiada. Ahora, se subsidiará únicamente hasta el 30% del capital inicial del préstamo. El capital remanente será indexado por el índice UVI más una tasa de interés del 5%. La unidad de vivienda, UVI, fue implementada por el BCRA en la primera semana de abril de este año. En los primeros tres meses, el índice UVI se incrementó un 10,2%. Los argentinos más memoriosos recelan de las consecuencias de esos mecanismos indexatorios recordando los resultados de la circular 1050 implementada por Adolfo Diz (entonces presidente del BCRA) y José Alfredo Martínez de Hoz (ministro de Economía) en la última dictadura cívico militar. Ex técnicos del Procrear realizaron una simulación con las posibles consecuencias de ese mecanismo indexatorio. El supuesto utilizado fue el otorgamiento de un préstamo de 850.000 pesos (familia con ingreso familiar de 15.000 pesos) en el marco de una inflación descendente: 40% para el 2016, 25% en el 2017, 20% el siguiente y 8% a partir del 2019. La hipótesis inflacionaria utilizada puede ser calificada de optimista, en virtud a lo que ocurrió en el primer semestre del 2016. Aun así, los resultados de la simulación son muy desfavorables para los deudores: el monto a pagar es muy superior (3.379.142 pesos) al de la línea anterior (1.767.320 pesos), aún descontando los 300.000 pesos que subsidia por única vez el gobierno nacional” (Nota Página 12)

En conclusión, el gobierno, si bien “continuó” con el programa, las nuevas reglas favorecen a sectores concentrados de la economía como el mercado inmobiliario, el cual se ve favorecido por la restricción a construir. Presenta, a su vez, un aumento más que considerable respecto al monto final a pagar, respecto del programa anterior. Un millón de préstamos hipotecarios para la construcción de la vivienda propia hubiera significado un avance sumamente importante en materia social. Sin embargo, esto no fue lo que se hizo.

Por último, en campaña, Macri dijo que iban a impulsar un plan de infraestructura para todo el país, a un promedio de 25 mil millones de dólares de gasto anual. Es decir: una inmesidad de obra pública. Según el Indec, el sector de la construcción acumula una caída de 10,9%, y cabe aclarar que la retracción de la obra pública tuvo su injerencia en dicha caída. Así mismo el empleo registrado también disminuyó en abril un 13,2% interanual.

En fin, dentro de las promesas incumplidas que hoy resuenan como frases vacías, así como el “Plan de obras públicas más importante de la historia”, existen otras tantas como “Pobreza cero”, “Unir a los Argentinos”, “No perseguir al que piense distinto”… con cuyas menciones vamos cerrando esta nota. Este repaso a las promesas del actual gobierno, lo que en definitiva prueba es que la mayoría de los problemas socioeconómicos actuales no se deben, precisamente, a una pesada herencia, sino a las nítidas decisiones políticas que se aplican desde el 10 de diciembre.


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