martes, 29 de noviembre de 2016

Entrevista a Dora Barrancos

por Luciana Rosende
26.11.2016

fragmento


Es muy sórdido lo que suele ocurrirles a las mujeres en estas situaciones de crisis en el mercado laboral. Es una pérdida de derechos. Y conjeturo que van a sobrevenir y se van a hacer más redundantes las fórmulas violentas. Porque además, ya sabemos, cuando los varones pierden esta valoración que significa el trabajo, una valoración que indexa muchos sentidos, algunos evidentemente muy incorrectos porque son patriarcales –que es el principal proveedor, que la masculinidad está ligada a esa potencia en el trabajo, etc.- ahí hay desajustes graves que ya los vimos en los 90”, advierte Barrancos, socióloga, historiadora y directora del CONICET en representación de las Ciencias Sociales y Humanas.

¿Por qué las situaciones de crisis social afectan más y primero a las mujeres?
 
Porque son más lábiles. Porque tienen primero mucha menor oportunidad de situarse dentro del mercado laboral. No olvidemos que la cuota de participación de las mujeres hoy es muy interesante, estamos por arriba de 40-43 por ciento, pero habíamos salido de una zona de treinta y tanto por ciento para subir en estos años un peldaño bastante importante. En los 90 empezó a subir porque subió la presión femenina en el mercado laboral, debido a la enorme pérdida de trabajo de los varones. Cuando pasa esto hay un agolpamiento en el mercado laboral de mujeres, en condiciones muy lamentables. Estamos viendo que está aconteciendo lo mismo. A esta película ya la hemos visto: hay que salir a trabajar a como dé. Por otra parte, todas las circunstancias apuntan a este aumento de las posibilidades de fragilidad que se tienen, porque también se fragilizan los lazos de solidaridad social. Es un poco un ‘sálvese quien pueda’. Es muy sórdido lo que suele ocurrirles a las mujeres en estas situaciones de crisis en el mercado laboral. Es una pérdida de derechos. Y conjeturo que van a sobrevenir y se van a hacer más redundantes las fórmulas violentas. Porque además ya sabemos, cuando los varones pierden esta valoración que significa el trabajo, una valoración que indexa muchos sentidos, algunos evidentemente muy incorrectos, porque son patriarcales –que es el principal proveedor, que la masculinidad está ligada a esa potencia en el trabajo, etc.- ahí hay desajustes graves que ya los vimos en los 90.

¿O sea que la crisis social repercute en una mayor violencia en el ámbito privado?

Absolutamente. Hay consecuencias violentas en el ámbito doméstico.
Nota completa: Política Argentina

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